Hace unas cuantas semanas mostraron el capítulo en el que Bernadette, madre primeriza, pierde los nervios porque su bebé no deja de llorar, no la puede calmar, no puede dormir por la noche... Cuando veo estos capítulos así, aunque sé que son comedia, me toca algo en mi interior, así, como algo que me chirría y que me molesta, un poquito solo.
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En un capítulo en el que están intentando que la niña duerma, al final encuentran una solución: Bernadette se mete en la cuna con ella, y así se duerme y deja de llorar. ¡Claro! ¡Co - le - cho!
Si Bernadette fuera mi amiga, me preocuparía por ella, sobretodo que no llegara al extremo de tener DPP. Si me permitiera darle algunos consejos, le diría lo siguiente:
- No va a llorar así eternamente. Tienes que comprender que ha pasado de estar tranquilita y protegida en tu barriguita, y ahora está indefensa en un mundo desconocido. Su madre, que eres tú, eres lo único que le recuerda a aquel momento inicial de su vida, donde estaba tranquila. Son tu voz y tus latidos lo único que oía, y es lo que le puede seguir dando esa tranquilidad y seguridad. Utiliza un portabebés para que siga pegada a ti, y para que tú puedas hacer más cosas en tu día a día. En ocasiones, a los siguientes tres meses al nacimiento se les llama el cuarto trimestre (como continuación al embarazo) porque el bebé todavía es pequeño. Esta etapa pasará y podrás estar más tranquila.
- Para poder descansar por la noche, lo mejor es que el bebé duerma contigo. Está demostrado que cuando los padres y los hijos duermen juntos, duermen mejor. Generalmente hasta los 6 años, los niños no duermen bien solos y necesitan a alguien para tener más seguridad. En lugar de meterte en la cuna con la bebé, que estaréis bastante incómodos, mételo en la cama con vosotros. Verás como la cosa mejora.
- Hay etapas en la que los bebés lloran bastante, y hay veces que aunque hagamos todo lo que se nos ocurra, no dejan de llorar. Recurriría a usar algunos aceites esenciales, como la lavanda, para tranquilizar al bebé, el hinojo, por si tiene gases, la camomila romana (que es un aceite estrella con los bebés)... Los puedes poner en un difusor por la noche para relajar el ambiente y así descansar mejor.
- Sigue dando el pecho a demanda. Eso será esencial para evitar problemas, como gases indeseados, y también para tranquilizar al bebé, El pecho es lo mejor que le podemos dar, aporta todo el alimento que necesita, y tendrá ese contacto con tu piel, tu voz, tu corazón y tu olor que le darán tranquilidad.
- Sal de vez en cuando de casa a pasear un rato. Aunque sea difícil, hazlo. En ocasiones, con mi primera hija, tardaba en salir una hora desde que empezaba a prepararme, pero merece la pena. Si, además, te puedes ir un rato a pasear mientras el bebé está durmiendo, o alquien lo cuida, también será bueno. Tendrás un momento para ti, en el que desconectarás de las responsabilidades diarias y volverás con más energía.
Pero, sobretodo y ante todo, le díría que haber decidido tener un hijo es una de las mejores decisiones que ha podido tomar en su vida, que no sea muy dura consigo misma, que tenga paciencia, y que todo pasará más rápido de lo que ella espera.
Y vosotros, ¿qué consejos le darías a Bernadette?
Excelente serie, una de mis favoritas.
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