Mi regalo de Navidad

Cuando pienso en la Navidad, pienso en las comidas típicas, los adornos navideños, el frío, las celebraciones, estar con la familia, la música de Navidad, los regalos...

¿¿¿ Los regalos???

Bueno, en realidad cuando era pequeña sí pensaba más en los regalos de Reyes, y algún que otro regalo de Papá Noel. Me gustaba entrar en el comedor y ver cómo Los Reyes Magos habían llenado los sofás de cajas de regalos envueltas en sus papeles de colores vivos y alegres. Regalos para mi hermano, para mis primos y para mí. A medida que he ido creciendo, el sentido de los regalos se ha ido perdiendo tal y como lo conocía.

Ahora deseo regalar cosas más significativas y especiales. El año pasado regalé a mis padres y a mis suegros unos cuadritos con algunas frases inspiradoras y un calendario hecho por mí con fotos de aquel año. Este año aún estoy pensando los regalos  (¡mejor me doy prisa!).

No obstante, no sólo es a nuestra familia a quienes tenemos que dar "regalos".

Durante esta época celebramos el nacimiento del Salvador. ¿Qué puedo regalar yo al Salvador? Me viene a la mente la escritura que está en Mateo 25:40 "En cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis". Básicamente, cuando hacemos algo por alguien, estamos también haciéndolo por el Salvador.

Creo que lo que debo hacer, e invito al lector a que también lo haga, es sentarme, meditar y pensar en qué puedo hacer por otros. Quizá puedo buscar a alguien que necesite algo específico, o tener un sentimiento caritativo hacia aquellos que me rodean. También puedo compartir mis creencias sobre el Salvador.

Hay muchas cosas por hacer.

¿Qué le vas a regalar al Salvador estas Navidades?

Foto: Simon Dewey