18 diciembre 2013

Aceites esenciales: mi mirada


Llevaba meses pensando en comprar aceites esenciales. Cada vez que L se ponía mala, o veía que se iba a poner mala, le decía a mi marido "si tuviera el aceite esencial podría evitar estar dándole apiretal" o "con el aceite esencial no habríamos llegado a este punto". Leía las experiencias de amigas mías de USA que usaban aceites esenciales, y veía que eran grandes recursos no sólo para "curar" los males, sino para evitar que sucedieran.

Creo que lo más importante en la salud es evitar la enfermedad, en la medida de lo posible. Evitar resfríos, evitar pijos, evitar dolores de oído, evitar dermatitis, evitar dolores de cabeza... Claro, hay cosas que hay que tratar porque no se han podido evitar.

Entonces quise investigar más sobre los aceites esenciales. ¿Qué es lo que hace que sean tan efectivos? Aquí hay una pequeña explicación por el Doctor Hill (directivo de doTerra) que aumenta un poco más nuestro conocimiento de los aceites esenciales y el efecto que tienen en nuestro cuerpo. Algo que aprendí en otros sitios es que dice que va directamente a la raíz del problema.

Voy a poner un ejemplo básico sobre la importancia de "los olores". A mí me ha pasado y hay personas que también, con alguna colonia, producto de limpieza, planta, al olerlo, véis que os sentís mal, os mareáis, os cuesta respirar. Eso es porque al inhalar ese olor específico, el cuerpo os está avisando que dicho olor no os sienta bien, y por eso os avisa, para que lo evitéis. Pues bien, si eso sucede "con lo malo", también sucede "con lo bueno". Es decir, si el cuerpo reacciona protegiéndose de algún olor, también reaccionará de manera positiva con otros olores. A mí me pasó con una colonia de mi marido, que casi me muero porque no podía respirar. A mi suegra y a otras personas que conozco les pasa con algunos detergentes o suavizantes... ¡Los olores están en todos los sitios!

Entonces una de las primeras cosas que decidí fue no usar fragancias para la casa que no fueran naturales, sobretodo para evitar alergias en el futuro para mi familia.

Y eso me hizo pensar aún más en los aceites esenciales. En la historia, los usaron los egipcios, los chinos, en Grecia, Roma, Israel, Arabia... ¡puf! ¡En muchísimos sitios! Y hoy en día, con los avances tecnológicos, no sólo tenemos experiencias personales, sino también estudios que demuestran su efectividad.

En el libro Esenciales Modernos podemos leer muchas referencias bibliográficas, al igual que usos de los aceites y metodologías.

Así que ahora mismo estoy en la fase de aprendizaje y uso, pero también en la fase del disfrute de un mejor control sobre la salud de mi familia. Por ahora, estoy previniendo catarros, dermatitis del pañal, insomnio, el uso de productos quíticos para la limpieza, picor en la piel, estrés... ¡y esto es sólo el principio!

Así que si queréis seguir este viaje conmigo, ¡seguid leyendo las próximas entradas! Voy a poner las cositas que estoy aprendiendo y espero que si tenéis preguntas, me las hagáis por el blog, por facebook o por e-mail.

2 comentarios:

  1. si, los aceites esenciales se han vuelto un gran recurso para mi familia tambien. En cuanto tengo un dolor de cabeza, cojo el peppermint y, vamos , no falla! Mis hijos cuando se enferman lo primero que me piden son los aceites. Pero ojo! debo decir que hay aceites senciales y aceites esenciales. La pureza y el proceso en que se preparan es MUY importante. De cualquier forma, mejor que tanto medicamento y producto quimico que nos meten. La medicina tiene su lugar, pero como tu dices, es mejor prevenir que curar, y cuanto mas natural el remedio mejor que mejor. Un abrazo. MariCarmen F.

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    1. ¡Gracias! Precisamente la segunda entrada es sobre la calidad que tiene que tener el aceite y por qué decidí usar doTERRA, pero básicamente, lo importante es saber que realmente tiene la calidad que nuestros cuerpos se merecen.

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