Opinión de la mochila Boba 3G

¡El viernes me llegó la mochila! Estoy muy contenta. 

L quería también salir en la foto

Llegó en un paquete que L enseguida quería coger y abrir.

La presentación de la mochila está muy bien. Viene en una caja, y dentro hay un manual de instrucciones y dos panfletos: los beneficios del porteo y consejos de seguridad. La mochila tiene también un sobrecito para enviarlo e inscribirse en Boba por si acaso tuvieran que retirar el producto en el caso de que hay algún problema. 

Lo que es el diseño de la mochila, ¡me encanta! Compré la mochila en Mis Canguritos  porque eran los únicos que tenían en stock el modelo Tweet. Y por lo que he podido ver en su página de Facebook , tienen un stock bastante amplio y que semanalmente van renovando. 

La mochila también viene con los estribos para que L ponga los pies ahí, aunque todavía no los he usado. 

Después de hacer las fotos (tenía que haber fotos, claro), abrí el manual donde describía cómo colocarla. La verdad es que ya tenía alguna idea después de todos los vídeos que he visto de cómo colocarla, y fue bastante sencillo. Tenía miedo de que a L no le gustara ya que dentro de la mochila va bastante sujeta y a ella le gusta mucho la libertad de movimiento, ¡pero nada más meterla no paraba de sonreír! ¡Éxito! 

La usé por la tarde cuando fui al centro de la ciudad a ver a mis suegros, y L se quedó dormida en ella. La estaba llevando delante. Después la usé el sábado por la mañana y por la tarde. El sábado me la puse a la espalda. Al principio me dio miedo, pero mi marido me ayudó. El domingo la usé para terminar de fregar los platos, y me la puse a la espalda también, pero esta vez yo sola, y no fue nada difícil.

Pongo cuánto tiempo la he usado para que sepáis que mi opinión se basa en un corto periodo de tiempo, pero por ahora estoy encantada. Es muy fácil de poner y de quitar. También es fácil poner a la niña a la espalda, y la pequeña está encantada. 

Lo único que sí diría medio negativo es que el domingo ¡tenía unas agujetas! No tuve en cuenta que no estoy acostumbrada a portear, y claro, el peso de la niña es de unos 10 kg y pico, así que es como hacer ejercicio también. Pero no me importan las agujetas, ya se me quitarán y me acostumbraré.

Todavía no sé muy bien si ponerme la parte de abajo de la mochila a la cintura o en la cadera, porque no quiero hacerme daño. Dicen que si te duele la espalda es que te lo has puesto mal, así que todavía estoy aprendiendo.

Bueno, esta es mi opinión después de un fin de semana con la mochila: ¡muy contenta!