La familia unida en decisiones económicas

Voy a poner una situación que le puede suceder a cualquier persona.

Llega un vendedor a casa y está únicamente la esposa. El vendedor tiene una gran oferta de una colección de libros con un regalo fantástico. El regalo es tan bueno que si lo compraras por separado te costaría más que comprando la colección. Aún así la colección no es barata y tiene una cuota mensual durante dos años de unos 50 euros (no sé si serán así, pero es un ejemplo). La esposa reconoce que es una buena oferta pero su marido y ella han acordado que las decisiones económicas las van a hacer entre dos personas y le dice al vendedor que hasta que no venga su marido y se lo comente no le puede decir que sí lo quiere. Entonces el vendedor decide presionarla con diferentes técnicas y una de ellas es "¡Ay! ¡Cómo sois las mujeres! ¿Tienes que consultárselo a tu marido? Él te va a decir que es una buena oferta!"

Evidentemente, la mujer no es que tenga que consultarlo, sino que quiere consultarlo. En estos momentos donde hay tanta necesidad y tanta crisis, es importante que los matrimonios estén unidos en las decisiones económicas. Incluso si los hijos son lo suficientemente mayores también ellos pueden compartir sus ideas y conocer la situación familiar. Algunas familias se ven destruidas por malas decisiones económicas y es realmente una pena.

Hay cinco principios a seguir para tener una economía familiar saludable (folleto con información ampliada AQUI):

1. Pagar diezmos y ofrendas para los necesitados (para aquellos que son creyentes).
2. Evitar la deuda.
3. Usar un presupuesto.
4. Ahorrar dinero.
5. Enseñar a los miembros de la familia.

Para todos estos puntos, el esposo y la esposa han de sentarse y hablar de la situación económica familiar, llegar a consensos y dialogar sobre posibles soluciones. Es muy importante tener una actitud positiva para que ambos se sientan partícipes de las decisiones que se tomen y para que los dos se sientan escuchados. Una vez que el matrimonio ha tomado ciertas decisiones económicas, se lo han de comunicar al resto de los miembros de la familia que tengan suficiente edad para comprenderlo.

Por último me gustaría terminar con una cita:

"Animamos a todos, donde quiera que estén, a prepararse para la adversidad evaluando la condición de vuestras finanzas. Os exhortamos a que sean modestos en sus gastos. Tengan disciplina en sus compras para evitar la deuda... Si han pagado sus deudas y tienen dinero ahorrado, aunque sea pequeño, ustedes y su familia se sentirán más seguros y disfrutarán de paz en sus corazones." (La Primera Presidencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, All is Safely Gathered In: Family Finances, Febrero de 2007).